El baile del cisne [Billie y libre]

El chico se acercó a la barandilla de la escalera, era el típico glotón, grande y con cara de bulldog. Siempre querría ser el primero, el maldito, cuando haciamos filas golpeaba a los alumnos que se encontraban a su alrededor ¿Pero qué pretendia? Esa forma de tratar a las personas merecía una castigo, un castigo en forma de broma de James Sirius Potter, el heredero mas guapo de todos los Potter.

En la barandilla se encontraba, inocentemente, un caramelo,parecía uno cualquiera de limón, pero en su interior se escondia una sorpresita. Me llevé una mano a la boca para reprimir una carcajada sólo de pensar en el resultado. El chico miró de reojo el caramelo, casi se veía su cerebro dando giros y enroscando tuercas,, menudo pelmazo de tio. Finalmente lo cogió, lo abrió, lo olió (como un jabalí en celo) y se lo metió en la boca. Parecia satisfecho ¿verdad? Mira que lo tenia dicho, en Hogwarts no podias meterte algo en la boca sin testarlo antes, es que no aprendian estos garrulos.

Mi victima empezó a tener un cambio, pero el aún no lo sabía. Salí de detras de la puerta medio abierta y me presenté ante el como quien no quiere la cosa.

- Hola Tom, ¿Tienes algo para mi hoy? - pregunté muy sonriente y educado, sabiendo ya lo que iba a ocurrir, Tom alzó el puño, ya que su primer instinto no era saludar, al menos mirar, sino golpear a quien le tratase un poco como se merecía.

Pero no pudo, el puño se abrio para formar con los dedos una bonita floritura, la cabeza se ladeó, las piernas se cruzaron artísticamente y comenzó a bailar y a sujetarse la túnica como si fuese un tutú.

- Vaya Tom, así que hoy te perdiste la hora de Historia de la Magia para ver el lago de los cisnes ¿eh? Que detalle. Esto se merece un aplauso - y abrí del todo la puerta donde momentos antes habia estado escondido. De allí salieron varios estudiantes tímidos y curiosos, cuando vieron a semejante persona bailando de esa manera, no tardaron en llamar a sus amigos para la función. En media hora Tom cisne bailaba su danza delante de todo el colegio, bajo aplausos y gritos.

Al final tuvieron que llevar a Tom al patio del colegio, para que bailase a sus anchas. Pero todo esto tenia un porqué, además de reirme de Tom, lo que queria era distraer a todos, alumnos y profesores, y meterme dentro del baño de prefectos, desde hacia unos años la vigilancia era mayor y James Potter, descendiente de Merodeadores, no podia ser el único en no verlo.

Era un dia esplendido en Hogwarts, esa mañana habia conseguido ligarme a una de bellas animadoras de quidditch de la casa Huflepuff, lo que.... no recuerdo el nombre. Vaya esto de desayunar gachas de avena todos los dias me estaba afectando el cerebro.Decidi aprovecharme de su autoridad como prefecta para que me llevase al cuarto de baño de los prefectos y el ambiente se volviese un poco mas intimo, total a esas horas seguro que no habia nadie. LLegamos sin muchos problemas salteando atareados estudiantes que corrian por los pasillos hasta sus respectivas clases, mi encanto estaba surgiendo efecto pues mantener apartada una prefecta responsable de su hora de clases no era nada facil.Una vez en el baño entre besuqueos y risitas intente convencerla que el agua estaba mejor si uno se baña desnudo, cosa que no no deberia haber dicho pues esas perversas palabras la habian despertado de mi encanto y las alarmas antichicas histericas empezo a sonar fuertemnte dentro de mi mente.

Los siguientes segundos fueron de histeria por parte de ella, entre llamandome pervertido y diciendome que no tenia la suficiente autoridad como para estar en ese baño con ella besuqueandola y diciendo obsenidades.Lo demas ya paso a ser un BLABLABLABLA en mi cabeza, asi que decidi cortar el asunto mandnadole un encantamiento confundus y haciendola creer que habia ido a por hozagas de pan ( si se preguntan por que el pan en esos momentos estaba hambriento). Despues de librarme de la prefecta animadora acomplejadamente estrecha y responsable ( pero que hermosura de mujer eso si) se empezo a oir griterios y risas en el pasillo por lo que pense que alguien habia gastado una broma muy grande.

- Que pena no ser yo quien la gastara, hubiera aprovechado mejor el tiempo - Pense y me sumergi en la tibia bañera llena de burbujas de todos los jabones.

Poco despues la puerta se abrio y emergi con una peluca de espuma en la cabeza para ver de quien se trataba.

Sin parar de reir, me encaminé hacia el pasillo del baño de los prefectos, listo para una sesión de baño caliente, burbujas y whisky de fuego. La perspectiva era excelente, seria un dia genial y al llegar la noche, dormiria como un angelito de Rafael. Encima esencia femenima, una chica alta, morena y... redondeada se cruzó en mi camino, parecia enfadada, pues tenia los pelos algo revueltos, o quizás acababa de darle calabazas a alguien, que bien, no me importaban los restos de los demas, mientras fuese algo para llevarse a la.... boca.

James galan On, allá iba.

- Tengo envidia del suelo, nada mas bonito que tu para castigarlo - me eché el pelo hacia atrás - Yo también quiero un castigo.

Vale, ahí me habia pasado un poco mucho bastante, eso pasaba por oir tanto a Celestina en casa, por desgracia mi abuela se pasaba mucho por ella, decia que para inculcarnos el amor que trasmite sus canciones. Y lo único que nos transmitia era una dolor de cabeza para todo el dia y amnesia crónica. Además del exceso de cursileria.

- Todos los hombres sois unos asquerosos - dijo mirandome con desprecio y se largó.

Vaya, por Merlín, si que tendría que ser un mal besador el chico para que se fuese así de cabreada, era un toro salvaje, lo que me habia perdido.
Aún estupefacto ante tanta ira, llegué por fin frente al baño de prefectos, bajé la cabeza para entrar, miré hacia atrás y cuando volví a entrar....

Del susto caí hacia atrás y choqué contra un cuadro.

-¡Ehhh, niñato, ten mas cuidadito!

- Ah...¡perdón! - Menudo susto me habia llevado, y eso que era solo un chico, pero claro, con eso... en la cabeza, parecia una coliflor uruguaya levitante - Por las barbas de Merlín, ... Billie, que susto me has dado.... - entonces recordé, sonriendo - ¿así que has sido tu el que ha puesto así a esa chica? Si que tienes que ser malo.....- me levanté y me limpié los pantalones.
Conocia a ese chico, era de Gryffondor y me lo habia cruzado varias veces, nunca habia hablado mucho con, pero habia oido a muchas chicas hablar de el. ¡Algo así como un rival?

Le miré con una ceja levantada.

- Te recomiendo que no visites el espectáculo, dan arcadas.

Al quitarme el jabon de la cara vi como se acercaba un chico un poco torpe pues se dio un mamporrazo contra un cuadro asunto del cual no sabia si reirme o ayudarle. Al ver que se trataba de Potter el que estaba en mi misma clase y habitacion relaje mi curiosidad.

Sonrei malisiosamente al oir sus comentarios sobre la preciosidad que acababa de salir.

- Pues deberias haberla visto antes de "calmarla" con aquel encantamiento confundus - Dice satisfecho de si mismo mientras observa el aspecto de James. La razon por la que no habia profundizado una amistad con el era porque se comparaba demasiado a mi y eso hacia que muchas veces 2 fuerzas contrarias nos hacia chocar como relampagos.

- Y si yo soy malo...deberias haberte escuchado..- Pone una voz profunda y divertidamente sensual.

- Tengo envidia del suelo, nada mas bonito..que tu...- esbozo una sonrisa mientras le imitaba y golpeo el agua mojandole los pantalones.

- Si amigo, la tenias donde querias tanto que se fue corriendo - Continue riendome y volvi a sumergirme en el agua estab emergiendo de espaldas y soltando un chorro de agua por mi boca como las ballenas.

- Y que te trae por aqui? crei que aqui no aceptaban a cualquiera - Dijo alegremnte mientras notaba como el jabon se le metia por las orejas.

Era cierto que el tipo ese lo valia, era el típico guaperas misterioso que a las chicas hacia que se le bajasen las.... enaguas en un suspiro, pero, no tenia mi.... encanto ¿verdad? No y no. Este mundo era demasiado pequeño para los dos. Que peliculero estaba últimamente.

Pero por que estaba viendo, no era tan repelente como siempre habia pensado. Tendria que comentarselo a mi primo Fred, el era mas tolerante y amigable que yo, aunque siempre dijese lo contrario, pero claro, el pobre chaval estaba en las nubes.... pronto me cambiaria por un par de carretas. Yo tenia todas las que queria.... ¿todas? Suspiré, abrumado por unos pensamientos que se me colaban en la mente.

Eh, eso de que aqui no aceptaban a cualquiera no me gustaba un pelo, yo no era un cualquiera, ni mucho menos.

- Por eso mismo estoy aqui, Bille Jones, no entra cualquiera, y yo no soy un cualquiera, eso me hace preguntarte... ¿Qué haces tu aqui?

Puñetas, ahora deseaba de verdad tener aquí a mis dos amigos, Fred y Dora....

Crei que la respuesta a su pregunta era obvia pues se acababa de ir corriendo hace un momento. Me di cuenta de que nadar ahi ya no tenia ninguna gracia, asi que sali del agua notando los calidos rayos del sol en mi espalda y me empeze a vestir lentamente. Luego reflexione aquella pregunta y hice un gesto de indiferencia.

- Pues si te digo la verdad...no lo se, se supone que deberia estar en clase de pociones en estos momentos. De hecho tu tambien deberias.- Le mire a la cara y sonrei. - A ti tambien se te dan mal las pociones verdad? je, de esa forma no podran decirnos que usamos filtros amorosos para llevarnos algunas chicas - Mire pensativo el suelo preguntandome si el dia de mañana volvere a vivir la misma rutina.

- Y tu que haces aqui? y donde esta la encantadora...- puse un tono sarcastico ala ultima palabra -Dora?-

Bueno, en eso habia caertado, al igual que mi padre antes que a mi, no se me daban nada bien las pociones, esos liquidos chorreando, esos malos olores... no eran cosa mia, lo mio estaba en un lugar mucho mas alto que todo eso, en el cielo, encima de una escoba y el viento dandome en la cara.

- Las pociones no son lo mio... así que decidí hacer la vida imposible a algunas personas - me crucé de brazos y apoyé la espalda en la pared - y entar aquí, pero ya veo que debo dejarlo para otro momento, lo siento, pero no eres de mi estilo - dije riendome.

Cuando oí el nombre de Dora, sin saber porqué, me puse nervioso, tanto, que hasta mi hombro resbaló por la superficie de la pared lisa y húmeda.

- Ejem... ah, Dora... debes saber como es, no creo que se salte una clase así porque si, ella e sresponsable - no queria saber si ella habia tenido algo que ver con el, era mi mejor amiga y no queria que nadie la dañase.... sólo yo tena el derecho a bromear con ella - ¿Es que la echas de menos Billie ? - pregunté, escondiendo mi nerviosismo. Cotilla, me dije, yo no tenia derecho a saber nada.

QUe no soy de su estilo?? que demonios quizo decir con eso? espero que este bromeando si no vamos a tener problemas. Apartando esa imagen estupida de mi cabeza, paso a otra la imagen de Dora de la que el hablaba ahora mismo. Extrañarla?...

Me rei y luego frunci el ceño seriamente.

- La verdad esque no. - Volvi a reirme pero sin ningun motivo - No tengo amigos a los que extrañar - Dije mientras una sensacion en el estomago queria arrastrarme contra el suelo. Habia dicho algo que era verdad.

- Porque tan nervioso? - dije intentando quitarme esa sensacion tan molesta del estomago, como si fuese un dolor fisico mas - No me digas que....te gusta? - le pregunte sin ninguna emocion en el rostro. - O tal vez tengas miedo porque no confias en mi - Esta vez lo mire a los ojos con una mirada expectante.

- Sea lo que sea no debes preocuparte - me pase la corbata por el cuelo y empeze a anudarmela, porque me siento asi derepente? y porque demnios le eh contado eso a este tipo?

Y de pronto, ahí estaba ese tipo misterioso y galan, poniendose serio, contandome cosas que, en el fondo de mi ser, sabia que eran desagradables, y mas profundas de lo que parecia. Yo nunca habia pensado cosas así, siempre habia tenido a mis amigos, nunca me habia sentido solo y si, cuando no les tenia, les extrañaba.
No conteste a sus palabras, no sabia que decirle, me sentia un poco fuera de lugar, y muy superficial por ser como era. Tragué saliva.

Pero ahora otra vez me puse nervioso ante la mención de Aldora, el no sabia nada ¿o si? No, no sabia nada porque jamas habia pasado nada.

- ¿Eh? ¿Yo? No,no... ya sabes... - me encojí de hombros - ella es mi mejor amiga y eso, y yo soy un amigo entrometido, sabes... como si fuese su hermano mayor.

Qise restarle importancia con mis palabras, pero no sabia si lo habia conseguido, es mas, me habia puesto añun mas en guardia conmigo mismo.

- Y tranquilo.... pareces un tio legal - ahh, cuanto me costaba ser amable a veces, tan enclaustrado estaba con mis amigos de siempre - Tu también puedes confiar en mi - al fin, lo dije.

¡Pociones! Qué maravillosa clase... Adoraba preparar todo tipo de brebajes con diversas finalidades y creía recordar haber probado todas las pociones que mi nivel me permitía...excepto los filtros de amor. Siempre los vi como una enorme tontería, así que salvo en las clases que el profesor nos pedía preparar uno no había hecho ninguno. Disfruté de las hora entera que duraba la clase y cuando el profesor anunció que habíamos terminado por aquel día, fruncí los labios ligeramente decepcionada. Alcé la cabeza y vi a Fred en su mesa, solo. ¿Y James? Tras preguntarle por nuestro amigo, el pelirrojo murmuró algo sobre "el baño de prefectos". Así que ya andaba haciendo de las suyas, eh... Y lo peor: ¡no nos había invitado! Algo molesta, guardé mi caldero y todos los botes de cristal que había utilizado en el armario del aula, luego me colgué la mochila al hombro y (tras despedirme de Fred) salí de la clase.

Recorrí casi medio castillo hasta hallar el lugar que buscaba. La puerta del baño de prefectos se alzaba ante mí, casi imponente. Fruncí el ceño. ¿Y ahora, cómo demonios entraba? Había que encontrar una solución... Y ésta llegó casi caída del cielo: por el fondo del corredor se acercaba Eric Steve, prefecto de Ravenclaw. Formé mis labios en una sonrisa y me acerqué a él.

-¡Eric!

El aludido alzó las cejas, sorprendido, y me dedicó una sonrisa de oreja a oreja. Odiaba tener que hacer aquello, pero era el único modo... Además, a veces las chicas teníamos esa magia que no se conseguía con varitas de ningún tipo. Tomé aire.

-Hey, Aldora -el chico llevaba una escoba sobre el hombro-. ¿Estarás este año en el equipo de quidditch Gryffindor?

-Todavía no lo sé, las pruebas no se han hecho aún...

-Espero verte en el campo, yo vengo ahora de entrenar... Pero, ¿qué haces aquí? -se extrañó.

Una palabra: improvisar.

-El otro día vine al baño de prefectos con mi amigo Fred, ya sabes que él es prefecto, así que me coló... Bueno, y me dejé una pulsera. Ahora no puedo entrar...

-Sólo los prefectos podemos entrar, Aldora -explicó él, aunque yo ya lo sabía, pero asentí como si lo escuchara con atención.

-Lo sé, lo sé...pero no había pensado que no me dejaría entrar... En fin, qué despistada soy -volví a sonreír.

-No te preocupes, yo te abriré -anunció él al fin. Sí, a los chicos les gustaba "salvar a la dama en apuros".

Una vez Eric abrió la puerta, me despedí de él y le prometí volver a cerrarla tras de mi cuando saliera. Cuando el Ravenclaw se perdió por el pasillo, entré dentro casi corriendo. Fui a llamar a James cuando vi a mi amigo a un lado del baño, hablando con otro chico. Dirigí la mirada al segundo...que iba sin pantalones. Boquiabierta y algo pasmada por la imagen, me di la vuelta bruscamente y me tapé la cara con las manos (aunque ya no podía ver nada, ellos estaban tras de mí).

-¡Lo...lo siento! -exclamé algo pálida-. ¡No he visto nada! Creía que estaría James solo y... No pensé que...

Suspiré. ¡Aldora, mete patas, mete patas, METE PATAS! Siempre llegaba en el momento más inoportuno...

Aquella conversacion con James ya no tenia ningun sentido, y yo por mi parte no iba a seguir con ello. Me incomodaba hablar de mi y mas con personas con las que no tengo mucho que ver, lo se, fue un impulso algo tonto por mi parte y ahora seguramente habre demostrado debilidad y seguro que bajo esa cara de buena persona, James lo utilizara contra mi en algun momento, lo se porque yo lo haria.

- Em..yo..- Iba a decir algo pero me interrumpieron cuando la puerta se abrio y aparecio una chica muy hermosa de cabellera rizada y dorada que brillaba mas a la luz del sol. Al ver su expresion en la cara y oir sus palbras supe que habia un mal entendido, entonces mire hacia abajo y vi que me faltaban los pantalones.

- Oh..Rayos..espera esto no es!! - De los nervios la varita que tenia en el bolsillo de la tunica se disparo lanzado un rayo que impacto sobre una vitrina de jabones, que golpeo contra la chica haciendo que se tambaleara hacia delante, acto seguido me dispuse a ayudarla pero no me di cuenta de que James tambien habia acudido en su busca, por lo que acabo resbalando con una de las pastillas de jabon que habian caido al suelo haciendo que los 2 se abalanzaran sobre mi y los 3 calleramos al fondo de la bañera.

Y yo sigo sin pantalones,Genial.

Me metí las manos en los bolsillos de la túnica, un poco incómodo y abochornado ante esta situación. Vale que podia hablar con chicas, que siempre eran mas propensas a contar cosas, pero este chico.. no sabia yo que decir.

Quieto como un gato disecado,di un paso hacia delante, para pirarme pero cual fue mi sorpresa al encontrarme de pronto con una masa de cabellos rubios y rizados danzando por el aire como libelulas. Me habia quedado como petrificado y solo segundos después pude reaccionar.

- ¡Aldora! No.. no pasa nada... - a ver si mi mejor amiga se iba a creer que yo estaba allí con Billie... amm, como decirlo, por otros asuntos ¿no?. Entonces el pánico se apoderó de mi aunque muchos antes de poder decir nada mas ocurrieron varias cosas al mismo tiempo y de manera rápida.

Yo sólo sabia que de la nada estaba cayendo dentro de la gran bañera de los prefectos junto a Billie y Aldora.

- Ahhhhhhhhhhhhh - el grito se prolongó dentro del agua, por lo que tragué una buena cantidad del líquido elemento, encima la túnica se me enrrolló alrededor de la cabeza y me impedia ver y levantarme, ni siquiera saber donde estaba. Así estuve dando vueltas bajo el agua y asfixiandome. ¿De qué servia la varita en estos casos?

Me moria y todo el mundo se reiria de mi muerte, me volveria fantasma y estaria condenado a vagar por las cañerias toda la vida con Myrtle la Llorona, así, ese era mi desgraciado destino.

De pronto, como si de una maldita broma del destino se tratara, los tres nos vimos cayendo bruscamente hacia la enorme bañera. Ahogué un grito mientras trataba de mantener el equilibrio, pero tanto James como el otro chico me arrastraron y terminamos hundiéndonos en el agua. Lo único que pude hacer antes de sumergirme bajo la superfície de la bañera fue cerrar los ojos...

...y volví a abrirlos una vez estuvimos completamente mojados. Sacudí los brazos y me impulsé hacia arriba. Una vez fuera, pegué una gran bocanada de aire, como si hiciera siglos que no respiraba y escupí un montón de agua con jabón que había tragado. Iug, ¡qué asquerosa estaba! Saqué la lengua con desagrado haciendo muecas y me aparté el pelo mojado y rubio (ahora más oscuro de lo normal) de la cara. Miré a ambos lados. ¿Dónde estaban? El agua se movía a mi alrededor y la espuma cubría toda la superfície, así que no conseguía visualizar ni a James ni al otro chico.

Observé mi túnica, que se pegaba contra mi cuerpo debido al exceso del agua. ¡MIERDA! Recordé algo. Metí mi mano en el bolsillo y saqué un ejemplar de Secretos y curiosidades de Hogsmeade (un libro que había adquirido tiempo atrás y me había resultado más que interesante, lo malo era que existían sólo cerca de veinte ejemplares). Ahora ya no servía ni para posapapales. Lancé el libro cuyas páginas comenzaban a deshacerse fuera de la bañera y suspiré. Ahora tendría que recordar todo lo que había leído.

Me senté en el borde de la bañera y comencé a quitarme las botas. Las coloqué boca abajo mientras todo el agua acumulada caía de nuevo a la bañera. La tela parecía cubierta por moco de troll en vez de agua, eso se debía a la mala calidad de mi calzado. Era en esas pequeñas cosas en las que se notaba mi ascendencia muggle de baja categoría económica. Esperaba que, si las secaba, volverían a su estado normal...o ya me veía caminando descalza todo el curso por Hogwarts. No era ya lo bastante extraña y comentada para que también hablaran de cómo iba vestida. ¿Habéis visto a Kinklee? ¡Va descalza, a saber qué ha hecho con sus zapatos...! Yo creo que los ha vendido para comprarse un cerebro nuevo... ¡O una peluca! ¡Jajaja! Que cuchichearan lo que quisieran, me daba igual. Total, llevaban cinco años haciéndolo...

Y fue entonces cuando observé entre tanta espuma a dos figuras que se movían.

El agua estaba turbia y el peso de la tunica mojada molestaba mas al nadar, me quede un rato bajo el agua pensando en el ridiculo que acababa de hacer,bueno, al menos nos hemos ido los 3 al agua eso me consolo un poco. Despues de meditar unos segundos, decidi emerger pero note que James tenia prolbemas con algo, luchaba contra su tunica como si de una anguila se tratase, se le habia pegando en la cara y no podia ver lo que hacia. Seguramente le habia entrado panico pues aun no habia hecho nada para salir de aquel lio, nade hacia el intentando quitarle la tunica de la cara pero me metio un manotazo en la cara pues no paraba de moverse, decididamente le agarre otra vez del brazo y con varita musite.

- Ascendio - Me entro agua en los pulmones y eso me desconcentro bastante pero los 2 salimos disparados por una fuerza invisible aterrizando en el duro y frio suelo de marmol del baño.

Me incorpore despues de que mi cabeza dejara de dar vueltas y vi que mis pantalones estaban a pocos centimetros de mi. -Oh! - musite gratamente sorprendido y corri hacia ellos, al hacerlo note como la sirena de la ventana soltaba un risotada divertida y me guiñaba el ojo. Me los puse al fin sintiendome tranquilo mientras miraba como James aun luchaba por sfarze de la tunica mojada.

Supe que estaba fuera del agua porque notaba la ropa mas pegada a mi cuerpo y además, tenia frio. Era buena señal. Por cosas del destino aún estando fuera no lograba quitarme la túnica mojada de encima. Así estuve luchando contra la túnica como un minuto dando manotazos, patadas y cabezazos.

Triunfante, tiré la túnica por los aires, está chocó contra el cuadro de la sirena que momentos antes le estaba sonriendo tontamente a Billie. Ella protestó y se metió dentro del agua dando un coletazo contra la roca.

Azorado, miré a los dos chicos. Habia hecho el ridiculo, lo sabia y esperaba que esto quedase entre estas cuatro paredes.

- Gracias - le dije a Billie, que en ese momento se estaba poniendo los pantalones. Luego miré a Dora, que parecia un san bernardo, pero por los pelos - ¿Estás bien, Dora? Fue todo tan rápido....



pd: Lo siento... estoy off XD