Observando...{Lore}

¡Este día no podía ir peor! Daba pasos duros y fuertes que resonaban por doquiera que pasaba, irritado con el mundo. Para empezar, no me estaba llendo tan bien como quería en Herbología lo que me sacaba de quicio, pero hacía 5 minutos había recibido una lechuza por parte de mi querida madrastra, avisandome que mi abuela estaba enferma. Y por si fuera poco venía con la críptica despedida 'Tu padre te envía saludos' ¿Saludos? BAH! ¡Las cosas ya estaban bastante mal para que ese hombre me envíe saludos! Me hacía rabiar, él y Alessa, como los detestaba...

No quería estar en mi sala común, no quería ver a nadie, solo quería quedarme solo un segundo ¿Era mucho pedir? Mis pies me llevaron (porque yo estaba desconectado de lo que ocurría a mi alrededor) a la Sala de Trofeos. Me detuve ahí, respirando entrecortadamente y miré sin ver los premios ganados. Me debatía entre la rabia y la preocupación, no estaba muy seguro sobre que hacer. Apreté los dientes, empañando sin querer el vidrio que me separaba de esas placas.

Mientras continuaba absorto en mi rabia y mi preocupación, escuché ruido detrás de mí. estaba a punto de volverme cuando algo me empujó practicamente contra el cristal. Puse las manos a los lados para amortiguar un poco el impacto y no estrellar mi rostro. Me volví casi al mismo tiempo que la persona que había chocado contra mi, dispuesto a ponerme a maldecir por interrumpirme de mal humor pero se me calmó un poco al darme cuenta que era Lore. Fruncí un poco el entrecejo

-¿Que haces aquí?- pregunté con un tono ligeramente acusador

Fruncí ligeramente los labios, tratando de tragarme toda la irritación que aun sentía latiendo en mi cuerpo como si tuviera vida propia. Respiré hondo un par de veces. Ya me descargaría de otra manera, a lo mejor atormentando a algun mocoso de primer año o golpeando algo. Una vez que encapsulé cuidadosamente mi sentir dentro del lugar correspondiente (?) La seguí con la mirada y cuando me dijo el motivo de su precipitada llegada arqué una ceja

-¿Peeves? ¿Porqué?- preguntandome recargando un hombro sobre el vidrio para verla mejor y cruzandome de brazos. No le pediría disculpas por haberle hablado de esa manera. Yo nunca pido disculpas.

Reí entre dientes, divertido. Peeves me causaba gracia, claro, cuando no era a mi al que perseguía porque entonces me ponía de muuuy mal humor, algo bastante raro en mi, la verdad Imaginaba que ahora debía estar él de mal humor, buscando a Lore por todos lados. Esperaba que no llegara de repente porque seguro me atacaba a mi también. Ante su pregunta levanté la mirada al techo y la dejé fija ahí unos momentos, así que no ví mas que de reojo su sonrisa.

-Buscaba un lugar tranquilo- dije entre dientes, sin dejar de mirar el techo- Recibí una carta que me puso de mal humor, así que aquí me tienes

Torcí la boca de nuevo ante su pregunta y estuve a punto de decirle 'No' Fuerte, claro y directo. Pero mejor la cerré. Tal vez debía contarle, digo, no es que fueramos unos super amigos y eso pero decían por ahí que a veces hablar de las cosas te ayuda a desahogarte. Yo nunca lo había experimentado pues siempre encontraba otras maneras de desahogarme... pero bah! Siempre había una primera vez para todo.

Me senté junto a ella y me tomé mi tiempo para contestar

-Bueno...Me llevo mal con mi padre y su esposa. Ella me envió una carta diciendome que mi abuela estaba muy enferma- un deje de preocupación se escapó de mi voz, así que lo reprimí de inmediato- Y además, mi padre me envió saludos

Bufé con los dientes apretados

La miré fijamente, con un poco de irritación. No era hacia ella, sino hacia mi familia. Por supuesto que era malo, porque yo no quería volver a saber nada de él, ni de su querida esposa, ni de nadie mas. Y lo que mas me irritaba y preocupaba era la abuela.

Miré las figuritas que dibujaba con su dedo y luego me decidí a contarle mis motivos

-Yo tuve una hermana- dije entre dientes. Aunque odiara bastante hablar sobre eso. No podía matarme mas de lo que ya estaba- Ella desapareció, y mi padre y su esposa Alessa me culparon a mi de eso, de su desaparición y de su probable muerte. Y no quiero volver a saber de ellos. Nunca. Cualquiera que crea eso no merece mi perdón

Podía ser egoísta, maldito, egocentrista, mentiroso y arrogante, pero nunca le hubiera hecho daño a Arielle. Mis ojos flamearon de rabia y aparté la vista, fijandola en cualquier otra cosa

Mantuve la mirada apartada y el entrecejo fruncído, mientras esperaba a que mi cerebro pudiera controlar la rabia que me carcomía por dentro y, a su vez, controlara un poco el fuego en mis ojos. Nunca había sido muy hábil para mantenerla al margen, me era mucho mas sencillo remover otros sentimientos que la misma rabia. Apreté los dientes un poco y cerré los ojos para concentrarme mejor (?) y luego suspiré.

-Por supuesto que estoy seguro- dije con tono algo frío- Me lo dijeron. Es algo difícil de dudar cuando te lo escupen así

Crucé mis brazos sobre mi pecho. Su segundo compentario me hizo aligerar el ceño, así que abrí los ojos y la miré de nuevo.

-Que mi propio padre lo crea posible me parece suficiente evidencia de cuanto me conocía ¿no te parece?- comenté antes de sonreír de forma diminuta. Cuando fuí consciente de eso volví a mi máscara de inexpresividad, alcé una ceja y cerré los ojos.

- Es que no lo soy- recalqué para que quedara mas que obvio. La desaparición de mi hermana me había pesado mas a mi que a nadie de mi familia.
A veces, en la duermevela, cuando estaba a punto de caer en uno de mis muy frecuentes sueños intranquilos, me sorprendía a mi mismo encontrandome real sentimiento de culpa emanando de mi pecho como una fuente inagotable. Después de todo yo debí de haber estado ahí con ella, yo debí evitar que algo le pasara ¿Que no se supone que para eso sirven los hermanos mayores? Ella era solo una niña... Mierda, ahora recordaba que era por eso que odiaba hablar de Arielle.

Aparté el rostro antes de que algo en mi expresión delatara algo de mi interior y miré fijamente el techo

-No, no me entiendes- dije en un susurro, negando suavemente con la cabeza. Mi mirada estaba aun fija en el techo- Debías de haber visto su expresión, sus ojos, su odio escupiendo palabras contra mi. El de verdad lo creía.... En fin, eso que importa. Esta fuera de mi vida- Agregué con un tono mucho mas cortante y frío. Mas me valía dejarme esas cursilerías y sentimientos débiles cuando estuviera a solas. Aunque no sabía porque, Lore era de esas personas cuyo alrededor te hacían ser sincero. Y no estaba seguro sobre si eso podría gustarme demasiado

Bajé la mirada hacia ella ante sus preguntas, con cierto aire de sorpresa. ¿Acaso sabía Legeremancia o la culpabilidad que sentía me exalaba por cada poro de mi piel? Me encogí de hombros por respuesta, no queriendo decir que si ella me lo dijera entonces comenzaría a pensar que tal vez si había desaparecido a mi hermana

Noté el tono molesto de su voz. Suponía que intentar convencerme de lo contrario a lo que pensaba era una tarea hercúlea, sobre todo porque era tan endemoniadamente terco conmigo mismo que hasta yo me sacaba de quicio ¿Como podría lograr algo que ni siquiera yo he podido, con todo lo bien que me conozco? Torcí ligeramente la boca en una sonrisa sin ningun humor, cuando la snitch voló hacia mi rostro y desapareció

-En circunstancias normales, supongo que te daría la razón- concedí con un movimiento de cabeza- Ya no me interesa lo que él o su querida esposa piensen de mí, aprendí a sanar y lamer mis propias heridas sin ellos. Los he apartado de mi vida, ahora mi unica familia es mi abuela....-No me di cuenta de que había dulcificado ligeramente mi voz al hablar de mi única pariente. Callé un momento, vacilante entre contarle mas sobre mi abuela, pero me abstuve en el último segundo- Y aun así nunca podría olvidar, ni un momento, que mi padre creyó posible que asesinara a mi hermana. Lo que venga pensando despues...supongo que eso va corriendo por cuenta mía

Sentí una punzada de preocupación en un costado. Aun no olvidaba que la vieja estaba enferma. Debía asegurarme de recordar escribirle de inmediato, pero ya habría tiempo para eso, después.

Sus palabras calaron hondo en mi interior. Recorrieron cada parte de mi cuerpo como si fueran parte de mi sangre hasta que llegaron a mi cerebro y este las proceso...No le agradó lo que encontró. Yo sabía que lo que me decía era una verdad que yo no estaba dispuesto a ver, ni ahora ni... bueno, no estaba seguro si mas adelante era posible.
Mi rabia ni siquiera me dejó oír su idea de escribirle a mi abuela, algo que de todas maneras pensaba hacer puesto que seguía enferma. Me esforcé, de verdad lo hice, por detener la sed extrema de rabia que absorvía mi alma...Pero yo supe ya muy tarde que iba a desbordarme.

Mis ojos flamearon, dandoles el brillo amenazador que tanto los caracterizaban. La miré fijamente, con los ojos entornados por la ira -¿Y tu que demonios puedes saber al respecto?- dije escupiendo las palabras entre dientes. No me di cuenta de en que momento me incorporé, pero ya lo había hecho. Mis uñas estaban clavadas en las palmas de mi mano por la fuerza con las que las tenía apretadas. Mi voz se elevaba, no me había dado cuenta de que estaba gritando todo el dolor y la rabia que sentía, pero yo no era consciente de eso, ya no era conciente de nada de lo que hacía.

-No, tu no puedes entender que...Lo que...Esa noche no...¡Fue culpa mía! ¿Satisfecha? ¡Es mi culpa que mi hermana desapareciera! ¡YO debía estar con ella! ¡YO debía protegerla! ¿Pero que mas da? ¡Ella seguramente ya esta muerta!- Mi sangre hervía mientras volcaba sobre mi mejor amiga todos los amargos pensamientos que yo no me permitía tener- ¡Gracias a mi! ¿Algo mas que agregar?...¡Si, porque no! ¿Agregamos que su muerte me persigue desde entonces? ¿Que su fantasma vela en cada uno de mis sueños si me llego a atrever a dormir? ¿Que gracias a ella no dejo de tomar whisky? Bien. Si eso es lo que querías saber ¡¡ya lo sabes!!

Respiré agitadamente. No veía de tan cegado que estaba, no podía ver la reacción de Lore ante las cosas que gritaba, cosas que nunca le había admitido ni a ella ni a nadie, ni siquiera a mi abuela y que, de hecho, no eran ya lo que ella me había dicho. Solo soltaba lo que no había soltado hasta ahora. Mi ira me hizo girarme de improvisto hacia la pared mas cercana y descargar mi puño sobre ella varias veces. Oí un crujido. Genial, ahí iban un par de dedos rotos.

Mientras mi corazón hacía pasar cada uno de sus aquejes y penas a mi boca sin que mi cerebro pudiera procesarlas yo sentia algo que...realmente debería ser curioso. En vez de sentirme algo aliviado por que por fin pude darle palabras y sentido a mis mas oscuros pensamientos, me parecía sentir todo lo contrario. Sentía que eso me pesaba mas en el alma que antes de que lo fueran ¿Como era posible? Ese pesar y agarrotamiento que comenzaba a sentir en mis extremidades me hacían arder mas en las llamas de mi propia rabia ¡Cuidado Mundo! (?)

No supe en que momento golpee la pared con tanta fuerza, aunque eso me ocurría siempre que estaban tan devorado por el resentimiento, tendía a perder el control de mis acciones. Oí varios de mis dedos romperse y, probablemente agrietarme el nudillo, lo que me hizo apretar la mandíbula y cerrar los ojos. Muy bien Liam...Un aplauso para tí una acción completamente estúpida. Realmente el dolor no ayudaba a mermar mi ya de por si abrazadora ira. Sentí mi puño ser jalado y abrí los ojos, topandome con Lore. Eso era algo que no me lo esperaba, pero me dolió hasta la punta del cabello. Si, definitivamente había fracturas.

Aun resentido y furioso, retiré mi puño de sus manos con algo de brusquedad. Era terco hasta morir, ella lo sabía, así que debía suponer que mi pequeño numero dramático aun no terminaba y que, mientras tanto, no dejaría que nadie me tocara en lo mas mínimo, ni aunque estuviera desangrandome...Pero bueno, rara vez ella hacía caso a lo que decía el sentido común sobre mí. Me sostuve la muñeca de la mano fracturada y la apreté contra mi pecho, mientras la miraba

-No necesito que nadie me diga que debo creer y que no. Solo yo se que es lo que pasó esa noche- dije con voz potente. Ya no gritaba, porque el dolor de la fractura ya no me permitiría decir otra cosa a gritos que no fuera algo como 'Auch'. Contuve un alarido de dolor tragando saliva y volví a responder, con un tono de voz mas sarcástico, burlon y mas hiriente. Para mí, al menos- ¡Por supuesto que esta muerta! Han pasado 5 años, y no hay ni rastro, ni la mas leve pista o indicio de que ella continue viviendo. ¡¡Estoy harto!! ¡¡Estoy cansado de llevar esta carga sobre mis hombros pero no tengo opción!! No logro mantener tranquila a mi conciencia y hace mucho que dejé de intentarlo...Ya no puedo mas

Me recargué contra el vidrio, respirando con dificultad y pesadez. Mi cuerpo resentía de inmediato el ataque de adrenalina que había tenido y ahora me cargaba la factura. Cansado de pelear, y adolorido, cerré los ojos

De nuevo, sus palabras me atravesaron dura y crudamente, como trozos de frío hielo cortando la dura coraza que me había rodeado después de tanto tiempo. ¿Por qué? No lo sabía, tal vez porque ahora había bajado la guardia, o tal vez solamente porque era Lore la que las decía. Yo confiaba en ella más que en ninguna otra persona, exceptuando claro por mi abuela, pero ni siquiera a la vieja le había vuelto a mencionar a mi hermana. Yo sabía que a ella también le dolía mucho perder a su única nieta de una manera tan abrupta y salvaje como lo había sido.
Yo aprendí a cargar con esa culpa solo, sin mencionarle a nadie más que a ella mis pesadillas, mi problema con el whisky (aunque yo no lo veía como un problema), mi insomnio y un poco de mi dolor interno. ¿Cómo podía decirme que no confiaba en nadie? Si esto es lo que ganaba cuando abría un poco mi coraza, debería habérmelo guardado para mí. ¿Acaso la historia no me había enseñado ya muchas veces que los sentimientos como la culpa y el dolor te hacían débil? ¿No había aprendido ya que mi palabra nunca le valía a nadie más que a mí mismo? Mientras esos pensamientos cada vez mas y mas incoherentes me rugían en la cabeza como si alguien los estuviera gritando en mi oído, mi respiración se iba agitando cada vez más. Al tener los dientes apretados aun, por el dolor y la irritación, sonaban como resoplidos, que de inmediato me hizo pensar en un toro a punto de embestir. Ese nuevo pensamiento me incomodó, porque desde luego no tenía ninguna intención de embestir a Lore (?) aunque estuviera furioso, yo nunca tocaría a una mujer para hacerle daño. Cuando quería dañar a alguna chica, muchas veces solo me bastaban las palabras y el lenguaje corporal.

Oí sus pasos alejarse y la puerta abrirse. Supuse que iba a irse, que me iba a dejar ahí tirado, furioso conmigo mismo por mi debilidad. Tal vez era lo mejor, dejarme solo mientras desquitaba un poco mi rabia. Después de todo aun tenía muchas paredes y vidrios a mi alrededor que podría romper. Poco me importaba si llegaban a castigarme por eso, y mucho menos me importaba el dolor físico, al contrario, lo agradecería porque podría suplir el dolor interno por el externo....Pero sus últimas palabras, aunque fueron un murmullo que no estaba seguro si ella pretendía que lo escuchara, fueron las que me calaron más hondo.

Abrí los ojos de golpe, separándome del vidrio en el que estaba recargado y aparté con brusquedad mi puño acurrucado en mi pecho, que me hizo sentir una potente descarga de dolor. Estoy seguro que palidecí, pero ella no podía verme así que no podría saberlo. La observé cerrar la puerta y oí sus pasos alejarse. Mi cabeza me dio vueltas por unos momentos mientras mis pies iban de un lado a otro de la sala de Trofeos antes de detenerme. Ya no oía sus pasos, así que salí del lugar y miré por el pasillo, buscándola con la mirada. Necesitaba hablar con ella.

La visualicé al final del pasillo y corrí hacia ella, apretando aun los dientes porque la mano me dolía bastante, ahora que era consciente de eso.

-Lore- dije en voz medio alta porque, como dije antes, si hablaba mas fuerte solo gritaría de dolor- Espera