Tarde familiar?

Mi mente me muestra la visión de una experiencia sombría de mi pasado, la misma que trato de tolerar pero a pesar de ello existen ocasiones en las que despierto agitada, alterada y nerviosa mientras me enredaba cada vez más entre las sabanas tardando en volver a mi realidad. -Fue solo un sueño.- Murmuro después de darme cuenta que estaba ahí en mi cama, en mi habitación, saliendo de una pesadilla, dolorosa hipnosis que abre una herida que creía cerrada. – Pa-te-ti-ca.- Susurro descubriendo que aun faltan varias horas para iniciar las clases aunque si era sincera no quería asistir o al menos no esa tarde, pese a ello intento volver a conciliar el sueño terminando en un rotundo fracaso, entonces me incorporo permaneciendo unos minutos sentada sobre la cama con las velas aun apagadas mirando la luna y unos cuantos destellos plateados que sobresalen en el cielo de negra obsidiana.

Entonces me levanto sin la intención de quitarme el camisón blanco deseando moverme tan deprisa que ni siquiera el amanecer pudiera alcanzarme y con esa convicción tomo mi forma animaga para después empezar a dar saltitos en las escaleras movedizas sin necesidad de ninguna luz. -Meew…- Maúllo suavemente tras tranquilizarme a la vez que iniciaba la marcha para inmiscuirme en el cuarto de baño de los prefectos, regreso a mi forma humana para así utilizar un sortilegio para bloquear la puerta como una pequeña precaución y me sumerjo en el agua caliente relajándome entre la espuma mientras que Myrtle hacia acto de presencia desde el sistema de alcantarillado. –Si fuera tu estaría en los dormitorios del otro lado de tu sala común.- Se burlo como si estuviera consiente de la tensión que se arremolinaba en mi cuerpo pero lejos de responderle le arroje agua a donde se encontrara. – No hables como si lo hubieras hecho antes.- Bufe tratando de que se fuera pero ella al recordar su realidad salió llorando del lugar.

-¿Ahora también tengo que sentirme culpable de eso?- Inquirí para mis adentros para después empezar a jugar con las burbujas como una niña mirando mi imagen distorsionada en su reflejo, después me deje caer hasta recargar mi cabeza en la fría orilla y cerré mis ojos por unos cuantos minutos pensando en que mi cumpleaños estaba cerca. –Quizás debería hacer algo para distraerme.- Asegure sin pronunciar una sola palabra, libere un profundo suspiro al tiempo que abandonaba el agua y gracias a mi magia me cubría con una suave toalla. -Salir del colegio con mi hermana no me vendría mal.- Concluí encogiéndome de hombros al tiempo que volvía a mi forma gatuna, regrese a mi forma gatuna para ataviarme con el uniforme, asistí a clases de una forma distante y al final me acerque a mi hermana para comentarle el plan para escapar por el pasadizo de la bruja que daba directamente a HoneyDukes.

Ella lo pensó por un momento pero al verme tan exaltada término por aceptar, sin embargo no me conformaría con una visita a la tienda de dulces y le incite a dar un paseo por Londres mágico hasta que dimos de manera casual con una caseta telefónica en desuso. –Leila quiero ir a ver a papá aunque eso sería delatarnos… - Le anuncie mostrando seguridad haciéndole imposible pensar que me retractaría. – No tienes que venir diré que actúe sola…-Añadí con la intención de darle oportunidad a que se negase, me di la vuelta abriendo la puerta de la cabina y descubrí que ella había decidido venir conmigo. –Gracias- Murmure con simpleza abrazándola fugazmente mientras la puerta se cerraba para iniciar el camino hasta las oficinas, poco después nos vimos en medio de todo el movimiento de aurores en su ir y venir. -¿Recuerdas como llegábamos a su oficina?- Le pregunte algo pensativa por que no le visitábamos ahí desde hacía unos años y como un enviado del cielo apareció Jeremy tras una torre de archivos recién clasificados.

-¿Kathe?- Pregunto al mirarme con desconcierto mientras una amplia sonrisa aparecía en su rostro mientras me miraba asentir con la cabeza. –Como has crecido.– Añadió entusiasta mientras dejaba la tanda de papeles en un escritorio, me hurgo con la mirada lanzando un silbido y se volvió a acercar. –Adivino que vienes a ver a tu padre pero te has perdido otra vez.– Confirmo con diversión a pesar de ser tan solo unos cinco o seis años mayor que yo. -¿Y tu sigues siendo mensajero – Le respondí audaz con una pregunta haciendo referencia a que en ese entonces era tan solo un aprendiz en el ministerio, el se llevo la mano tras la mandíbula y ladeo la cabeza como solía hacerlo cuando le pillaban en algún error. – La verdad es que gracias a un desastre en el mundo muggle me volvieron a las oficinas por una temporada como castigo.- Acepto mientras sus pómulos se tornaban de un tenue carmesí que se amplio cuando descubrió que mi hermana estaba tras de mí.

-Pero no se diga más por los viejos tiempos les llevare a la oficina del jefe. – Afirmo tratando de mostrar nuevamente su seriedad, tomo los papeles del escritorio y nos guió entre la marea de personas que iba de un lado a otro. – Por lo que veo tu también has crecido mucho Leila.- Le elogio algo cohibido por la seriedad que siempre lucía la castaña e inmediatamente nos sitúo en una de las redes flu. -Espero que recuerden como hacer esto. – Bufó solaz al tiempo que nos señalaba las arenillas poniéndonos el ejemplo para después esperarnos en la antesala de la oficina, nos señalo su puerta y luego de unos segundos se despidió pretextando que se tenía que ir. –Pero que tipo más raro…- Comente riendo a mi hermana para después acercarme a la puerta de madera pintada con un suave color hueso. – Tic toc…- Cante al tiempo que me disponía a tocar pero justo en el momento en el que iba a dar el primer golpeteo la puerta se abrió a la mitad. -¿Podemos pasar señor Williams?- Inquirí de una forma traviesa al tiempo que esbozaba una enorme sonrisa.

¿Estas segura?- Pregunto la castaña a su hermana, luego de que esta se le acercara para plantearle su plan de salir del castillo directo a Honeydukes, la verdad era que despues de haber estado dos horas completas dentro de la aula de pociones -su peor pesadilla- lo unico queria era distraerse, por lo que no me costo demasiado tiempo decidir que hacer, ademas que ni siquiera pude pasar por alto el hecho de lo emocionada que estaba por salir del castillo ¿Le pasaría algo? Desde que habiamos vuelto a clases la notaba un poco mas distinta, como con algo mas de alegría en el rostro. Estuvimos por la tienda por bastante tiempo, cuando ya me parecía que era hora de que volvieramos al colegio -Kitty, creo que ya es arriesgado estar tanto tiempo afuera- Intente persuadirla de volver al colegio, por otro lado me preocupaba el que se fueran a percatar de nuestra ausencia y en si preocupar a algunas personas. Mas mi hermana no se iba a conformar tan facilmente con una salida como esa, por lo que termino por convencerme de ir hacia Londres, y no era que yo hiciera tan facilmente lo que ella me pedia, es mas, no solia hacerlo muy seguido, pero si habia de hacer algo, no la dejaría sola, ademas ya estabamos fuera ¿que mas daba?

Pero lo siguiente ya no era solo una travesura, no, era algo mas y por lo que sin duda seriamos castigadas, tanto por papá como por el colegio -Kitty...- Inicie una frase que nunca termine, pues su seguridad era tan grande, que hasta lograba hacer que yo misma me sintiese segura ante hacer aquello, algo que siempre lograba, desde que mamá hubiera muerto. Por lo que luego de que respondiera y verla caminar hasta la cabina, no basto ni un segundo para que la siguiera -¿Irme? ¿Y dejarte la diversion solo a ti? Naa- Hice un gesto de despreocupacion mientras comenzabamos a bajar dentro de la cabina, la oscuridad se apodero del pequeño espacio, pero pronto fue iluminado por el atrio del Ministerio, habia estado muchisimas veces en aquel lugar, pero mas de pequeña, ya que ahora pasaba casi todo el año en el colegio, y al igual que Kitty, ya extrañaba a papá. Nege con la cabeza ante su pregunta, porque sinceramente era tan distraida que no recordaba nada del lugar, ni siquiera donde estaban los baños, por suerte, no sentía ganas de ir.

De pronto un muchacho aparecio frente a nosotras y comenzo a hablar con Kitty con total naturalidad, como si la conociera de siempre, y al parecer era asi, camine detrás de mi hermana para no incomodarla con su platica, mientras me iba maravillando -como cada vez que acudia al lugar- con el ambiente magico que alli podias encontra, entonces el chico se dirigio hacia mi, a lo que le respondi con un simple encogimiento de mis hombros -Si tu lo dices- Y sonriendo algo timidamente, la verdad, todo aquello me hacia parecer bastante seria, cosa que realmente no era tan asi.

Nos guio hasta donde trabajaba papá y segui a mi hermana -Bastante ¿has visto la forma en que nos hablo?- AUn no entendia porque siempre nos trataban tan distinto. Entonces la puerta del despacho de papá se abrio y al oir como Kitty preguntaba si podiamos acceder hasta el, me quede detrás de la muralla para luego asomar solo mi cabeza para que papá me viera, mientras miraba hacia cualquier lugar menos a su rostro, o terminaria delatando a mi hermana.